Soy jugador veterano de Blood Bowl desde ediciones anteriores y volví a engancharme al juego en 2020. Siempre he disfrutado del caos del campo, pero lo que realmente me gana son los pieles verdes. En especial, los goblins: sucios, traicioneros, impredecibles, a veces completamente locos y siempre deliciosamente caóticos.
Si hay una jugada absurda con posibilidades remotas de funcionar, probablemente la intente.
Nos vemos en el campo.