Mira que llevo años registrado en el foro y apenas participo en él salvo para indicar que me apunto a un torneo u otro... Pero es que este mensaje lo podría haber escrito yo desde la primera letra hasta la última... +1 a todo lo dicho en él.Thibault escribió:Uno de los puntos de vista que no comparto y tampoco acabo de entender es el que afirma que existe una dicotomía entre el juego competitivo y el querer pasárselo bien. Como si jugar a ganar te obligara a mantener una actitud seria y distante o si estás de cachondeo o ganas de jauja regalaras el partido.
Vuelvo a hablar desde mi experiencia personal.
Me encanta ganar. Juego todos y cada uno de los partidos para ganar. Voy a los torneos a quedar primero. Cuando no lo hago, un pequeñísimo Iker dentro de mí llora decepcionado. No le regalo media casilla ni a mi madre. Por qué me gusta ganar? Alimenta mi vanidad, me da un triunfo tan banal en el mundo real como importante en este ambiente. Y perder me da coraje, me estimula a mejorar y buscar nuevos retos. Este espíritu "deportivo" es inherente a mí y vivo con él. Sé que en el deporte lo raro es ganar, que habrá veces que mi rival juegue mejor o haya recibido la bendición de Nuffle, por lo que no me queda más que felicitarle y buscar otra ocasión de victoria. Es una de las maravillas del BB, siempre hay otro partido por delante.
Ha quedado claro, no? Soy un tío competitivo
Hay otra parte de mí a la que le encanta hacer el ganso. Reír, vacilar, disfrazarse, pasar en definitiva, un buen rato. Ir a jugar torneos me permite hacer todo eso a veces con conocidos y otras con extraños. Con los que no me conocen trato de sintonizar pronto, soltar alguna broma, invitarle a una cerveza y ver de qué pie cojean. Nos vamos a pasar dos horas sentados uno frente al otro jugando a un juego que nos encanta, así que mis expectativas de pasarlo bien son altísimas. De entrada, voy a tratar de mantener una actitud positiva y de buen rollo, intentando que sea cual sea el resultado (a pesar de yo quiero GANAR GANAR Y GANAR), los dos lo pasemos bien y quede un gran recuerdo del partido. No siempre se consigue. A veces he perdido los papeles y mi yo ganador ha jodido el buen rollo. O tenía un mal día y mis bromas eran más ofensivas o de peor gusto de lo que debieran. En otras mi rival era desagradable, mudo, carente de humor, un pelmazo o una combinación de todas. Pero esa actitud a la hora de afrontar los partidos la considero fundamental. Es buena para mi rival y para mí también. Hace que la gente de alrededor se sume y el ambiente mejore. Hace que competir y sentir que estás de fiesta al mismo tiempo sea posible.
No me considero una rara avis ni un tío especial. En mayor o menor medida, creo que todos los que conozco en el mundo del bb son en parte así. Cada uno con sus diferencias por carácter, filias y fobias. No conozco a nadie que vaya de torneo a amargar la existencia a los demás. Así que no entiendo eso de competitivo o echar unas risas. Majo o proplayer. Para mí eso no existe ni en el bb ni en ningún ámbito de la vida.
Qué grande eres Thibault!!!